La verdad es que, nosotros, los hombres no disponemos de muchos accesorios para darle vida a nuestros ensambles, así que ¿por qué no usar bufandas para darle un giro de color o interés a un look de manera inmediata?.
Para mí las bufandas son como las camisas para vestir: cualquier hombre puede verse bien con una de ellas. Sin embargo, la mayoría ignora este hecho o sencillamente lo desaprovecha. Es cierto que los códigos del vestir masculino son mucho más directos y simples, pero no por ello deben negarse el placer de lucir sexy y bien vestidos. Las bufandas, créanlo o no, tienen precisamente ese efecto. Además, representan un método perspicaz para añadir color o textura a un ensamble y su gran plus es que son supremamente funcionales en esos torrentosos días de frío.
Ahora, hay que aprenderse los trucos para incorporarlas correctamente en el vestuario y lograr verse mucho más atractivos. Digamos que las bufandas tienen una capacidad para lograr grandes cosas a través de un detalle que parece mínimo o fácil de subestimar.
La bufanda siempre debe combinar con algo en la pinta. Si vas vestido con colores tierra y un azul náutico y agregas una bufanda de tejidos hippie, multicolor, te estarás equivocando crasamente.
Las bufandas son una gran manera de incorporar color a tus pintas. Puedes ir todo de negro o de negro y gris y agregar una bufanda azul índigo o vino tinto. Si eres poco amigo de la viveza cromática, comienza con una bufanda gris, en cash meré. Va bien con todo. Si es larga, mejor. Al poder amarrarla de varias maneras, lograras conseguir ese sex appeal que dan. Busca algo a lo que puedas darle la vuelta dos o tres veces y que aun amarrada pueda colgar
El tamaño importa pero también el grosor: asegúrate que la que uses tenga algo de volumen, no tendría sentido usar una sí parece una tirita insignificante de algo amarrada alrededor de tu cuello.
Inclínate por rayas y cuadros: son los dos patrones estampados que más emanan masculinidad y que mejor lucen en los hombres. Puedes ponerte una chaqueta y saco sobrios y rematarlos con una bufanda en alguno de los dos patrones.
El encanto del color: si eres poco colorido pero tienes ganas de animarte a serlo más, incorporar a tu look una bufanda de color es una gran manera de dar el primer paso. Además, el color es encantador, especialmente si es el tono que más te luce a ti. Lograrás combinarla con tus prendas negras, grises y de colores neutros.
La fuerza del nudo: hay varias maneras básicas de amarrar tu bufanda pero, en general, hacerle un nudo puede lucir bastante fabuloso. La gracia está en que el nudo esté bien hecho y no flojo, ni colgante, que refleje vigor. Puedes usarlo a la altura de la barbilla o un poco más abajo, justo en el cuello.
En el lugar adecuado: si llevas una chaqueta con solapas, una bufanda que sencillamente cuelgue debe ir bajo las solapas. Si amarraste la bufanda, se verá mejor dentro de la chaqueta con un nudo grueso y bien hecho debajo de la barbilla. Si es corta, mejor llévala dentro de la chaqueta también.
Formas de amarrarla
1. La vuelta clásica: Amarra la bufanda a tu cuello, coloca una parte sobre el hombro y deja la otra colgando.
2. Nudo parisino: dobla la bufanda a lo largo, envuélvela en tu cuello e introduce la parte que cuelga entre el hueco que se hace. Aprieta bien el nudo.
3. Vuelta doble y suelta: envuélvela dos o tres veces alrededor de tu cuello haciendo que quede floja.
4. Forma tradicional: simplemente déjala caer sobre tu nuca sin amarrarla ni envolverla.
Vestirse para el invierno no siempre resulta fácil. Hay que ponerse prenda sobre prenda de tal forma que todo combine y luzca armonioso. Para los hombres la época de frío resulta perfecta para jugar un poco con su look y mostrar un estilo más sofisticado.
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