El experto en la cocina, uno de los chefs más creativos de Colombia en el tema de cocina de autor, cree que a pesar de que algunos textiles procedan de origen vegetal, en la actualidad no existen en el mercado prendas que se puedan comer. Pues para Barrientos, todo comenzó con un reto, en el momento que le preguntaron por la posibilidad de textiles comestibles. Su respuesta estuvo enfocada en que los alimentos se podían convertir en prendas de vestir. Se realizaron muchas pruebas con tela no tejida, espumas, lana, joyas, seda, terciopelo.
La inspiración de este chef paisa para participar en las conferencias de Colombiatex, fue más allá. Su idea surgió de la propuesta de la sensualidad en el momento que pensó en la felicidad de una boda y fue así como quiso convertir a la novia en postre. Sin embargo, el chef, investigó el tema y encontró que han existido aproximaciones, tanto de los diseñadores al mundo de la cocina, como la de los cocineros al mundo de la moda, fue así como nació el reto de presentar alimentos que se puedan vestir.
Como se dice popularmente, “si se moja de derrite”, eso pasaría con la propuesta de los dos vestidos de novia comestibles y los diez pares de zapatos de pan hechos por el chef paisa, Juan Manuel Barrientos, en el acercamiento del mundo gastronómico a la moda, en el marco de Colombiatex 2011.
Con elementos típicos de una boda y acercándose a la sensualidad femenina, Barrientos y su equipo de creativos idearon un vestido de novia elaborado con tela de champaña; pétalos de rosa azucarados y pastillaje para el yugo y la decoración del pelo, así como caramelo cristalizado para el anillo y los aretes.
No es para menos, si la felicidad se asemeja a la dulzura, como el chef lo dice, "se trata de volver a la novia un postre, una degustación sofisticada y exótica para la primera noche de la luna de miel”.
La propuesta que surgió con el interrogante de Inexmoda sobre si existían textiles comestibles, fue trabajada durante tres meses por jóvenes diseñadores de la Universidad Pontificia Bolivariana, junto a gastrónomos liderados por Juan Manuel Barrientos, quienes afirman que “hay alimentos que pueden vestir” y para mejor ejemplo, aunque no el más estético, cabe recordar cómo Lady Gaga asistió cubierta con trozos de carne a la pasada edición de los premios MTV Video Music Awards.
Pero para ver algo más acorde a las texturas reales y a las tendencias de la moda, las propuestas de los vestidos de novia y los zapatos “Crocs”, hechos en pan, son una muestra de que no estamos tan lejos de que la ropa se use y se coma; de que una prenda de vestir sea también para degustarla.
Actualmente, son pocas las prendas comestibles que pueden encontrarse en el mercado, -salvo en los sex shops-, pero más que textiles, son pequeñas elaboraciones en dulces cosidos.
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